En un mundo cada vez más digitalizado, el Big Data (conjunto de tecnologías que han sido creadas para recopilar, analizar y gestionar los datos que generan los usuarios de Internet) se ha convertido en una herramienta clave para la innovación empresarial. Para los emprendimientos cubanos, su adopción representa una oportunidad estratégica para optimizar procesos, entender mejor al consumidor y competir en mercados globales. Sin embargo, su implementación enfrenta desafíos únicos en el contexto de la isla.

El poder del Big Data en los negocios
Según un informe de Statista, el mercado global de Big Data alcanzará los $103,000 millones de dólares para 2027, impulsado por su capacidad para transformar datos en decisiones rentables. Empresas de todo el mundo utilizan análisis predictivos para:
- Personalizar ofertas comerciales (aumentando ventas hasta en un 20%, según McKinsey).
- Reducir costos operativos mediante la identificación de ineficiencias.
- Anticipar tendencias de mercado, clave para emprendimientos en entornos competitivos.
En América Latina, países como México, Brasil y Colombia ya aprovechan estas tecnologías, incluso en pymes.
Desafíos: más allá de la tecnología
A pesar del potencial, Cuba enfrenta barreras críticas:
- Conectividad limitada: Solo el 66% de la población tiene acceso a internet (ETECSA, 2023), y el ancho de banda restringe el procesamiento de grandes volúmenes de datos.
- Infraestructura tecnológica: Escasez de hardware avanzado y software especializado.
- Formación insuficiente: Falta de profesionales capacitados en ciencia de datos y analítica.
¿Cómo avanzar?
Expertos proponen soluciones pragmáticas:
- Alianzas internacionales: Cooperación con universidades o empresas extranjeras para acceder a herramientas de código abierto (ej.: Apache Hadoop).
- Enfoque escalable: Empezar con proyectos pequeños, como encuestas digitales o CRM básicos, antes de sistemas complejos.
- Políticas públicas: Incentivos fiscales para emprendimientos que inviertan en análisis de datos, junto a programas de capacitación.
El Big Data no es un lujo, sino una necesidad competitiva. Para los emprendedores cubanos, ignorarlo significa quedarse atrás en una economía global basada en datos. Aprovecharlo requerirá innovación no solo tecnológica, sino también en modelos de colaboración y formación. El momento de actuar es ahora.